Miras agrietado,
sediento y agobiado,
ángel que es
de barro su ser.
Paso a paso sientes
el arder del suelo imponente,
como seca el sueño,
el camino fuego y tu leño.
De cristal sus alas
que extender no alcanza,
lejano ve el cielo,
humano luchando por el Edén eterno.
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