Fue rotunda la herida,
se ve caído
en el polvo maldito,
de su tierra, odiada, querida.
Rasgó el ultimo hilo
de lo que fue tela
manto de conciencia,
que luchó por mantener cautivo.
Y ahora no es demonio,
ni ángel se mira
en su cuna de espinas,
descansa esencia, de su ser patrimonio.
17 julio 2011
03 julio 2011
Opera Fantasma IV.
Publicado por
Mauro "Flamehowl"
No son los fantasmas del ático,
cada golpe que azota
las líneas que cobra en cada segundo
la poca cordura
que tu alma abraza sola.
Salvaje se alza el fuego
que más y más veloz alcanza
a rodear la mente y los gritos
que fracturan el cristal del alma,
que rompe el hilo delgado
del tiempo la calma.
-Somos las leyendas de tus libros,
la legión que convocó la antigua madre-
y rompieron esas palabras,
el repetir de la voz
vieja y cansada
de la mujer tras él,
de la sombra a sus espaldas.
cada golpe que azota
las líneas que cobra en cada segundo
la poca cordura
que tu alma abraza sola.
Salvaje se alza el fuego
que más y más veloz alcanza
a rodear la mente y los gritos
que fracturan el cristal del alma,
que rompe el hilo delgado
del tiempo la calma.
-Somos las leyendas de tus libros,
la legión que convocó la antigua madre-
y rompieron esas palabras,
el repetir de la voz
vieja y cansada
de la mujer tras él,
de la sombra a sus espaldas.
Etiquetas:
Poesía,
Sinfonía de la Noche
Suscribirse a:
Entradas (Atom)