Fue rotunda la herida,
se ve caído
en el polvo maldito,
de su tierra, odiada, querida.
Rasgó el ultimo hilo
de lo que fue tela
manto de conciencia,
que luchó por mantener cautivo.
Y ahora no es demonio,
ni ángel se mira
en su cuna de espinas,
descansa esencia, de su ser patrimonio.
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